viernes, 22 de febrero de 2008

Algo sobre las fiestas de la villa...

Que tal amigos, aquí nuevamente dando lata.
Solo para comentar algo sobre las fiestas de la Villa.

Leí en el semanario Avanzada la edición del 16 de Febrero cuyo encabezado es: "151 años de Tradición y de Alcohol", sobre unas experiencias que sucedieron tanto a hombres como a mujeres.

Este es el primer caso:
Xavier probó la cerveza, dejó el tarro sobre la mesa, mientras la conversación con sus amigos se perdía en la mente, su mirada seguía haciendo contacto con una mujer morena de pelo lacio vestida de negro. Xavier no supo qué hacer, cuando ella se acercó acompañada de otras dos jóvenes, todas entre 20 y 25 años. “Para lo que quieran”, dijo la joven mientras dejaba una tarjeta de presentación, únicamente con el nombre de Yesenia en color rosa, y debajo un celular. “No supe ni qué onda” dice Xavier, estudiante de 22 años. “Después me encontré a otro compa y resulta que también traía la misma tarjetita que nos habían dejado antes”. Ni Xavier, ni sus amigos han hablado para solicitar un servicio, que ellos mismos desconocen “pero pues te imaginas de qué se trata, o qué chava llega contigo y te deja una tarjeta con un nombre y teléfono, y pa’ como venían vestidas”.
Este tipo de situaciones, tanto Xavier como sus amigos, desconocen que sean recurrentes, “pero ya nos pasó”.

En el segundo caso:
Tres mujeres jóvenes, caminan de la zona de los juegos mecánicos al callejón de las micheladas, la plática consiste en saber a qué lugar entrarán y qué pedirán para beber. “no me ha hablado David”, dice una de ella, la respuesta de las amigas se ve interrumpida cuando un hombre de alto, robusto, con botas y sombrero, como cualquiera que acude a la festividad, se acerca de una manera imponente al grupo de las jóvenes. Con la mirada sobre una de ellas, con voz fuerte e imponente, de su boca sólo se aprecia un “entonces, qué mh … entonces”.
Las mujeres siguen caminando, sólo agachan la mirada y se voltean a ver entre sí con un rostro de temor. Se juntan, una abraza a otra, la grava y la arena suelta del lugar les entorpece el camino, el hombre camina de espaldas, siempre buscando la mirada de las mujeres, la cual es negada.
Tras casi 30 segundos, que fueron interminables para ellas, el hombre no encuentra respuesta y regresa a la terraza en la que se encontraba. Patea la silla, sigue con la mirada a las jóvenes y se sienta con rostro de descontento, se acomoda el sombrero e inicia una partida de barajas. Las mujeres entran a un pequeño antro.

Tercer caso (esto me sucedió a mí y no viene en el semanario, jeje):
El día de la gasolina salí de mi trabajo a las 8, como de costumbre, el camión me dejo en el jardín de San Francisco de Almoloyan, de ahí me fui caminando a mi casa y me tope con un amigo, el cual me dijo k me subiera a su camioneta, iva con varias personas mujeres y hombre. Nos quedamos ahí hasta que termino la cabalgata, tomamos unas cervezas y seguimos platicando frente a las oficinas de Telecable. Quien ha tomado varias cervezas sabe que hay necesidad de evacuar lo que tomamos, para eso mi amigo fue el primero en ir, yo me quede platicando con 3 chavas que mi amigo me presento, después llego mi amigo y pues me toco el turno de ir a evacuar ese liquido amarillo, mi amigo me dijo mas o menos por donde, y me dirijo hacia allá, estaba bajo dos árboles, debajo de una banqueta y estaba estacionada una camioneta, ah! que agusto!, después escucho unos pasos por la calle, no por la banqueta, después esa persona se regresa y camina por la banqueta donde yo estaba, segundos después, el mismo chavo se regresa y se detiene justo frente de mi y me dice unas palabras, las cuales no las entendí, le conteste “¿queeee?”, me dice “¿me das tu hora?”, claro que no veía ni madres en mi reloj, y le dije “son las 10”, claro que era mentira, posteriormente me dice “¿te la mamo?“, por supuesto le conteste que “noooo”, y el chavo se fue.

A lo que voy, es un chavo como de 20 a 25 años, traia mochila, lo que yo me pregunto, ¿Por qué no buscan a personas que realmente estén seguros que les gusta ese tipo de cosas? Y ¿Por qué utilizan esa festividad que es realmente para divertirse, para hacer sus desfiguros?.
Yo me regreso con mis amigos y seguimos tomando como si nada hubiera pasado, hasta al día siguiente reaccioné sobre eso, y todavía no puedo creerlo.

Bueno solo les dejo estas líneas como una experiencia que me paso.

1 comentario:

Javier ... [ M. M. M. ] dijo...

Confundir la gimnasia con la magnesia es común en estos tiempos...

Encabezado del semanario: sí, son 151 años de alcohol, creo que el problema del alcohol en Colima es generalizado y se debe de hacer algo... Una mega peda estatal.

1er caso: las fiestas de la villa se llevan a cabo en lugares públicos dónde todas las personas que no vayan armadas pueden acudir y beberse unas chelas, irse a los juegos, a la petatera o a comprar cosas diversas... La prostitución no es algo de lo que estén excentas las fiestas de la villa.

2do caso: las chavas no iban a misa, así que no se quejen... Estoy totalmente de acuerdo que merecen respeto, pero saben que a dónde se dirijian había personas borrachas y uno de los riesgos que corrían era ese.

3er caso: a carajo, nunca me han dicho eso, pero pues debe de ser medio cabròn que un wey llegue y te la quiera mamar....

Saludos...